lunes, 1 de marzo de 2021

PAISAJE CON DOLOR DE INVIERNO, de MIGUEL ANXO FERNÁN-VELLO

 




Los árboles nocturnos

tiemblan como una sombra

en la sangre. La sal helada

en la lágrima del frío.

Todo, desnudez de vidrio

nacida en el cuerpo,

y flor de ceniza y nieve.

La distancia es una línea

insatisfecha

en las sílabas del tiempo.

Un enigma de música quebrada,

luz que vacía el crepúsculo.

Y el taxi blanco que es un signo,

el dolor que muerde en el recuerdo

una hora extraña de calles

con brechas transparentes

de olvido.

El astro de la tristeza

y la fiebre oculta de las horas

son un escaparate vacío.

A lo lejos, escindido,

la estrella azul del mar

que no regresa nunca.


(De As certezas do clima, 1996)




EL INFINITO, de GIACOMO LEOPARDI

  Siempre me fue querida esta yerma colina, Y este seto, que gran parte Del último horizonte excluye a la mirada. Pero sentado y miran...