martes, 24 de marzo de 2020

LA POESÍA NO PUEDE LIMITARSE AL LENGUAJE, de BARTOMEU FIOL





                                                      Willst du nur hören, was du schon gehört?
                                                                                            GOETHE, Faust

La poesía no puede limitarse al lenguaje, a lenguaje alguno.
Toda literatura es provinciana. Si usamos las palabras,
si todo discurso se perfila en sintagmas, nuestro decir
no es nunca en cualquier combinación una mera eclosión.
Nuestro decir es el mero servidor del verbo.
Y las asepsias normativas, tan profilácticas,
no son más que las servidores del servidor.

Por descontado,
la poesía no se encuentra solo en los poemas.
La poesía no es tampoco ningún artefacto.
La poesía no es un único juego de formas.

Ancilla Domini, vaga o divaga a su aire
en la abertura de un espacio
curvo o no: epifanía esporádica,
mostración autosuficiente de sí misma,
cuando ella quiere, solo cuando quiere ella.

De hecho, evidentemente,
la poesía es parte de la realidad y se halla hecha.
Cualquier cosa, alguna cosa, mucha más cosa
ha herido a los letraheridos que la mera letra.

Porque la letra, siempre, es antes voz
y antes realidad con holgura,
materia en exceso, con verdadero exceso, rotundamente.

Lo que recogemos son cuatro migajas
y lo que hace grávido nuestro acopio
es tan solo la cita con la madona
en cualquier casa de sombreros
o en el vasto yermo de Edom.



martes, 17 de marzo de 2020

DOS POEMAS, de GIUSEPPE UNGARETTI





TODO LO HE PERDIDO

De la infancia lo he perdido todo
y no podré jamás
rememorarme en un grito.

He sepultado la infancia
en el fondo de las noches
y ahora, invisible espada,
me separa de todo.

Me recuerdo alborozado amándote
y heme aquí perdido
en el infinito de las noches.

Desesperación que no cesa de crecer
la vida ya no es mía
encerrada en el fondo de la garganta,
solo un sedimento de gritos.




SI TÚ HERMANO MÍO

Si tú regresaras vivo hacia mí,
con la mano extendida,
aún podría
otra vez en un ímpetu de olvido, apretar,
compañero, una mano.

Pero de ti, de ti no me rodean
más que sueños, débiles fulgores,
fuegos sin fuego del pasado.

La memoria solo nos cede imágenes
que para mí solo son

la nada asolada del pensamiento.


(De Il Dolore, 1937-1946)

EL INFINITO, de GIACOMO LEOPARDI

  Siempre me fue querida esta yerma colina, Y este seto, que gran parte Del último horizonte excluye a la mirada. Pero sentado y miran...