jueves, 22 de junio de 2023

BALADA, de FRANÇOIS VILLON

 



Al lado de la fuente muero de sed;

caliente estoy como fuego y tirito;

en mi país me hallo en tierra lejana;

junto a un brasero tiemblo ardiendo;

desnudo como un gusano, como un presidente vestido;

entre llantos río y espero sin esperanza;

me consuelo en triste desesperación;

me regocijo y no tengo placer alguno;

poderoso soy sin fuerza ni poder;

bien acogido, de todos rechazado.

 

Nada me es seguro sino lo incierto;

oscuro, hasta que todo es evidente;

duda no tengo salvo en cosa cierta;

tengo a la ciencia como accidente súbito;

gano todo y sigo perdiendo;

Al alba digo: “¡Dios os dé las buenas noches!”

recostado boca abajo, temo caer;

tengo algo si no tengo nada;

espero herencia y de nadie heredo;

bien acogido, de todos rechazado.

 

Nada me preocupa si me esfuerzo

en adquirir bienes y no reclamarlos;

quien mejor me dice es quien más me engaña;

amigo mío es quien me hace saber

de un cisne blanco que es un cuervo negro;

y quien me daña creo que puede ayudarme;

bulo, verdad, hoy me es todo uno;

recuerdo todo, nada sé expresar;

bien acogido, de todos rechazado.

 

Príncipe clemente, os plazca saber ahora

que mucho entiendo y no tengo sentido ni conocimiento:

soy parcial, comulgo con todas las leyes.

¿Qué más sé? ¿Qué? recibir los bienes,

bien acogido, de todos rechazado.


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