viernes, 17 de mayo de 2024

ÁRBOL, de EUGÉNIO DE ANDRADE

 


Árbol, árbol. Un día seré árbol.

Con la maternal complicidad del verano.

Que palomas torcaces

anuncian.

 

Un día abandonaré las manos

a la arcilla aún caliente del silencio,

subiré por el cielo,

a los árboles se le consienten tales cosas.

 

Habitaré entonces la mirada desnuda,

cansado del cuerpo,

ese desierto

repetido en las aguas,

mientras la niebla está sobre las hojas

que deja las manos mojadas.

 

Y la luz


(De Branco no branco, 1984)






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