Foto de Àlex Oltra
Piedra de fuego, las naranjas incendiadas
por los heridos roquedales, por los atardeceres:
no hallarás la simiente de los labios,
la juventud o el engaño del deseo.
Quizá tan solo las aguas que te ignoran,
esta lluvia desmemoriada, la nada
de los días que se cuelan bajo un cielo
insípido, agrietado de antiguos silencios.
La oscura cháchara de los amigos.
¿Es que hay amigos? ¡Oh amigos míos!
El peso del mundo y el peso de tu aliento
el peso de la palabra que humea,
el relincho del caballo, la lengua seca.
El incendio del mar no es un delirio.
(De Paisatges per a Mark Rothko, 2018)
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