jueves, 26 de octubre de 2023

DESPUÉS DE TANTO AMOR, de CRISTINA ÀLVAREZ ROIG

 


                                   «Amor i més amor i més encara...»

                                        Vicent Andrés Estellés, «La nit»

 

Se nos aleja el verano como ave que migra

vuelta en vuelo de ceniza. Se está bien afuera,

aún, sentados, bajo un cielo de horas frágiles.

Pasaron muchos septiembres y ya nuestra hiedra

trenza verdes de ternura con luz etérea.

Gustamos la fruta medio ácida medio dulce

de un tiempo lento, sin prisa, mientras la uva aroma

la piel de una caricia y de tantas heridas

que sangran silencio. No nombramos a la ausencia

ni a la luna que nos mengua en la noche invisible

de mi cuerpo y tus ojos. ¿Quieres uva o sandía?

Y desgranamos lunas bebiendo las lágrimas

que llora nuestro hijo como un mar que nos acuna.

Somos tu y yo solos, y el cielo, vidrio que estalla

y se nos cae encima con mil agujas de agua.

Hemos amado mucho y queda lo que perdura

después de tanto amor. Nos bendice la lluvia que

llena otra vez la copa de besos que bebimos

con sed y desmesura. Somos cuerpo líquido,

un hombre y una mujer abrazando la intemperie.


(De Un auditori per als ocells, 2022)

domingo, 22 de octubre de 2023

MUDABLE, de PIETRO METASTASIO

 



De todo amador la fe

es más bien siempre insegura.

Llora, promete y jura,

pide, y cambia de amor,

es fácil decir que muere,

también fácil de engañar.

Pero no se ruboriza

quien un dulce afecto olvida,

como el traicionar no sea

grande culpa en el amar.


(De Siroe, re di Persia, atto primo, scena quinta, 1728)






sábado, 21 de octubre de 2023

CUATRO "EXPLICACIONES", de DANIEL FARIA

 



                      I

Después de los incendios las lluvias

Hacen que las plantas surjan

Lumbres vegetales y volcánicas

Verdes como el fuego

Rápidamente descienden en concisos cráteres

Y la savia

Y derraman perfume como lava

 

Y si quisiéramos incendiar animales enormes

No regresarían. Pero la muerte

En las plantas es su infancia

Nueva. Los tallos se alzan

Henchidos de crías recientes

 

También los corazones de los hombres arden

Beben vino, leche y agua y no apagan

El amor

 

 

                      II

Estoy dentro de paredes blancas.

Cuatro paredes: mi celda,

El frío, la soledad, mi catre.

La luz entra siempre de noche.

 

No tenía nada de donde vine. Aquí no encontré

Lo que tuve y la silla no sirve a mi reposo.

Todavía no hay lugar en el mundo donde encuentre sosiego de que tú no seas

El vacío que persiste a mi vera.

 

Tengo un pequeño sueño de una ventana para abrir:

¡Y qué paisaje no sería estar feliz!

 

 

                      III

No fui margen sin otro margen donde unir los brazos

pero fui el tiempo suelto para trenzar mi pelo

y el movimiento de tus pies descalzos

 

No fui la soledad entera ni recluida

Para el único reposo entre el silencio

Ni fui la flor exhausta defendiéndose

De toda mano que la quiso deshojar

 

No fui la casa que a sí misma se abrigó

Ni la morada que nunca se acogió

Sino el tiempo pidiendo que me dejase

 

En aquello que no fui vine a encontrarme

Y siempre que te vi recomencé

 

 

                      IV

EXPLICACIÓN DE RICARDO REIS


Los ríos amo, lidia, lentos

Y largos sobre el suelo.

Que un día los niños bañándose en ellos

Se secan al sol y corren.

Y por la velocidad pueden

A los astros compararse.



(De Explicação das Àrvores e de Outros Animais, 1998)






sábado, 14 de octubre de 2023

DOS POEMAS, de JOSÉ SARAMAGO

 



DECLARACIÓN

 

No, no hay muerte.

Ni muerta está esta piedra.

Ni muerto está el fruto que cayó:

vida les da el abrazo de mis dedos,

respiran en la cadencia de mi sangre,

del hálito que los tocó.

También un día, cuando se seque esta mano,

en la memoria de otra mano perdurará,

como la boca guardará calladamente

el sabor de las bocas que besó.


 

HA DE HABER

 

Ha de haber un color por descubrir,

un reunir palabras escondido,

ha de haber una llave con que abrir

la puerta de este muro desmedido.

 

Ha de haber una isla más al sur,

una cuerda más tensa y resonante,

otro mar que navegue en otro azul,

otra altura de voz que mejor cante.

 

Poesía tardía que no llegas,

a decir ni mitad de lo que sabes:

no callas, cuando puedes, ni reniegas

de este cuerpo eventual en que no cabes.


(De Os poemas possíveis, 1966)




EL INFINITO, de GIACOMO LEOPARDI

  Siempre me fue querida esta yerma colina, Y este seto, que gran parte Del último horizonte excluye a la mirada. Pero sentado y miran...