miércoles, 24 de agosto de 2022

"DONDE HAY UN CRUCERO...", de ALFONSO R. CASTELAO

 



Donde hay un crucero hubo siempre un pecado, y cada crucero es una oración de piedra que hizo bajar un perdón del Cielo, por el arrepentimiento de quien lo pagó y por el gran sentimiento de quien lo hizo.

¿Te has fijado en nuestros cruceros aldeanos? Pues fíjate.

La Virgen de la Angustias, enclavada en el reverso de muchas cruces de piedra, no es la Piedad de los escultores, es la Piedad creada por los canteros.

Nuestros canteros, dejándose llevar por el sentimiento, no podían imaginar un hombre en el regazo de la madre.

Para los artistas canteros Jesucristo siempre es pequeño, siempre es el Niño, porque es el Hijo, y los hijos siempre somos pequeños en los regazos de nuestras madres.

Reparad en los cruceros y descubriréis muchos tesoros.


(De Cousas, 1926)





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