jueves, 22 de junio de 2023

BALADA, de FRANÇOIS VILLON

 



Al lado de la fuente muero de sed;

caliente estoy como fuego y tirito;

en mi país me hallo en tierra lejana;

junto a un brasero tiemblo ardiendo;

desnudo como un gusano, como un presidente vestido;

entre llantos río y espero sin esperanza;

me consuelo en triste desesperación;

me regocijo y no tengo placer alguno;

poderoso soy sin fuerza ni poder;

bien acogido, de todos rechazado.

 

Nada me es seguro sino lo incierto;

oscuro, hasta que todo es evidente;

duda no tengo salvo en cosa cierta;

tengo a la ciencia como accidente súbito;

gano todo y sigo perdiendo;

Al alba digo: “¡Dios os dé las buenas noches!”

recostado boca abajo, temo caer;

tengo algo si no tengo nada;

espero herencia y de nadie heredo;

bien acogido, de todos rechazado.

 

Nada me preocupa si me esfuerzo

en adquirir bienes y no reclamarlos;

quien mejor me dice es quien más me engaña;

amigo mío es quien me hace saber

de un cisne blanco que es un cuervo negro;

y quien me daña creo que puede ayudarme;

bulo, verdad, hoy me es todo uno;

recuerdo todo, nada sé expresar;

bien acogido, de todos rechazado.

 

Príncipe clemente, os plazca saber ahora

que mucho entiendo y no tengo sentido ni conocimiento:

soy parcial, comulgo con todas las leyes.

¿Qué más sé? ¿Qué? recibir los bienes,

bien acogido, de todos rechazado.


domingo, 18 de junio de 2023

TRES POEMAS, de GIUSEPPE UNGARETTI




LA MADRE


Y el corazón cuando de un último latido

haya hecho caer el muro de sombra,

para conducirme, Madre, hasta el Señor,

como entonces, me darás la mano.

 

De rodillas, decidida,

serás una estatua ante lo Eterno,

como ya te veía

cuando con vida aún estabas.

 

Alzarás los viejos brazos temblando,

como cuando expiraste

diciendo: Dios mío, heme aquí.

 

Y solo cuando me haya perdonado,

querrás mirarme.

 

Recordarás haberme esperado tanto,

y tendrás en los ojos un fugaz suspiro.

 

 

 

 

TARDE


Al pie de los pasos de la tarde

va un agua clara

color de oliva.

 

Y llega al breve fuego distraído.

 

En el humo escucho ahora grillos y ranas.

 

Donde las hierbas tiernas tiemblan.

 

 

UNA PALOMA


De otros diluvios escucho a una paloma.





(De Sentimento del Tempo, 1933)



lunes, 12 de junio de 2023

ORACIÓN, de JUANA DOLORES

 



Vos, Señor, que me habéis concedido los misterios del Yo

y su carne / y su verbo. Vos, Señor

que de la carne habéis hecho bronce y del verbo habéis hecho plata,

compadeceos de este desear el Mundo con

ojos de mujer: profetizo las razones de los sabios y entendidos

y la belleza de los sencillos, también el dolor de saberse

barro —también el dolor. Vos, Señor,

que habéis maldecido como se maldicen los que, en el Templo

compran y venden el amor de las naciones, compadeceos

de este desear el Mundo con manos de mujer: sostengo

el sacrificio de los pobres, de los enfermos, de los viejos,

del que has hecho oro —también, del sacrificio has hecho

oro. Vos, Señor, que habéis querido como se quieren

los pueblos, compadeceos de este desear el Mundo

con el corazón de mujer: piso tierra de tierras, beso

tierra de tierras porque habéis revelado a los sencillos todo aquello

que habéis ocultado a los sabios y a los entendidos —también

a los dioses, también a todos los dioses. Vos, Señor,

que habéis hecho rubís y zafiros de todos mis pecados,

compadeceos de este desear el Mundo con vientre

de mujer: profetizo —también / Yo / profetizo. Vos,

que me habéis mandado escandirme el sexo hasta desdecirlo,

compadeceos del fracaso de los hombres.

                                                                                          Amén.


(De Bijuteria, 2020)




martes, 6 de junio de 2023

RIMA AMOROSA, de VITTORIA COLONNA

                                                Retrato de Colonna hecho por Miguel Ángel
 


Solo escribo por desahogar la pena

que pace el corazón, que otro no quiere,

y no por dar luz a mi bello sol,

que dejó en tierra honrosos despojos.

 

Justo motivo a lamentar me lleva;

que dañe su gloria tanto me duele;

por otra pluma y más sabias palabras

vendrá quien cite su nombre en la muerte.

 

La pura fe, el ardor, la intensa pena

me excuse todo el mundo, que es tan grave

que ni razón ni tiempo jamás frena.

 

Amargo lagrimar, no dulce canto,

negros suspiros y no voz serena,

no estilo, de duelo me enorgullecen.




EL INFINITO, de GIACOMO LEOPARDI

  Siempre me fue querida esta yerma colina, Y este seto, que gran parte Del último horizonte excluye a la mirada. Pero sentado y miran...