domingo, 20 de abril de 2025

EL EMIGRANTE, de JACINT VERDAGUER

 


Dulce Cataluña,

patria de mi corazón,

cuando de ti se aleja

de añoranza se muere.

 

I

Hermoso valle, cuna de mi infancia,

blanco Pirineo,

márgenes y ríos, ermita suspendida en el cielo,

¡por siempre adiós!

Arpas del bosque, pinzones y jilgueros,

¡cantad, cantad!

Llorando digo a los bosques y riberas:

¡hasta siempre!

 

II

¿Dónde encontraré tus climas saludables,

tu cielo dorado?

¡Pero, ay, pero ay! ¿dónde hallaré tus cimas,

bello Montserrat?

En parte alguna veré, ciudad de Barcelona,

tu Seu hermosa,

ni esos alcores, alhajas de la corona

que Dios te puso.

 

III

Adiós, hermanos; adiós, padre,

¡No os veré más!

¡Oh! ¡si en el fosal donde yace mi dulce madre,

yo el lecho tuviera!

¡Oh marineros, el viento que me destierra

que me hace sufrir!

Estoy enfermo, ¡pero ay! ¡volvedme a tierra

que allí quiero morir!


(De Pàtria, 1888)




No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL INFINITO, de GIACOMO LEOPARDI

  Siempre me fue querida esta yerma colina, Y este seto, que gran parte Del último horizonte excluye a la mirada. Pero sentado y miran...